En Alemania (y me imagino que en el resto de Europa) es muy común almacenar el agua de lluvia para su uso en el jardín con una sencilla desviación de la canaleta a un tambor.
También hay sistemás más sofisticados con grandes estanques subterráneos, control automatizado y una segunda red de agua fría para la casa, que alimenta la lavadora, el WC y el jardín. Así se limita el consumo de agua potable a la cocina, la ducha y los lavamanos, que corre por una red independiente.
La idea es tan absurdamente simple, efectiva y económica que me pregunto por qué no se aplica en cada casa del centro y sur de Chile.
2 comentarios:
Joaquín, estoy mirando tu blog, que está interesantísimo.
Te preguntas por qué no se usa este sistema en Chile. En Argentina también estamos muy atrasados en esta materia; yo vivo en Río Ceballos, una pequeña ciudad que tiene problemas con el agua todos los veranos porque dependemos de un dique que ya nos ha quedado chico, y no hay manera de hacerle entender a la gente que hay que ahorrar agua. La mayoría de la gente la derrocha. Debo ser una de las pocas personas que desagota su lavarropas en el jardín, y aprovecha el agua para regar. Y cuando lo comento, algunos me miran como a un bicho raro...
Río Ceballos que da en Córdoba, Argentina, me olvidé de aclararlo en el comentario anterior. Cuando era chica vivíamos en una casa que tenía un depósito subterráneo enorme para el agua de lluvia, con dos aljibes, y canaletas todo alrededor de la casa. Ahora también se ponen las canaletas, pero sólo para que el agua no salpique las paredes, y el agua se desperdicia porque va por un caño que desemboca en la calle.
Publicar un comentario